Estuvimos el día 27 de abril, celebraban el día del libro y la temática era japonesa, lo pasamos en grande y la comida fue estupenda. Ademas ampliamos nuestro puesto ahora tenemos dos mesas Gracias.
Os cuento un poco de esta gran pueblo que menuda historia tiene.
Cariñena pertenece a la Comarca del
Campo de Cariñena situada a 47 km de Zaragoza.
Con una población de 3572 habitantes a
los que se conoce como cariñenense.
Es una ciudad con un rico patrimonio artístico
como la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, levantada sobre las ruinas de
la antigua colegiata. Su torre-campanario de estilo gótico levantino de carácter
militar, su ayuntamiento de estilo renacentista, la Ermita de la Virgen de
Lagunas, de estilo barroco y elementos mudéjares.
También es importante su patrimonio
bodeguero relacionado con la tradición vitivinícola de la ciudad, junto con el
Museo del Vino, actual dependencia del Consejo Regulador.
La ciudad da nombre a la Denominación de
Origen de Cariñena, la más antigua de Aragón.
Cariñena
estuvo bajo el dominio de los musulmanes hasta 1119 cuando fue conquistada por
Alfonso I el batallador.
Estas
tierras son de frontera y de mestizaje. Por estos motivos, había que repoblar
estos lugares después de la conquista, el rey Alfonso I el Batallador concede
una carta-puebla a un supuesto noble, Pedro Ramón, para ejercer esta potestad
en Cariñena en 1124. Más tarde, continuará esta labor Ramón Berenguer IV,
gobernador de Aragón y conde de Barcelona, que concede el Fuero de Daroca en
1142, y que pudo afectar también para el reparto de tierras en Cariñena.
En este territorio
convivieron cristianos, judíos y musulmanes.
Cariñena
se convirtió en un lugar de negociaciones durante la guerra de Pedro IV contra
la Union, entre el rey y el Justicia de Aragón.
Durante la guerra
entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, también llamada Guerra de los
Pedros, Cariñena fue tomada por el Rey de Castilla por la fuerza de las armas. Por
la heroica resistencia y la lealtad de los cariñenenses a la persona del rey,
este le concede el uso de un blasón, que después será el escudo de Cariñena,
que recordase para siempre el sangriento suceso.
En la Guerra de
Sucesión, Cariñena fue partidaria del archiduque Carlos de Austria. Felipe V
fue proclamado rey y juró los Fueros en la Seo de Zaragoza.
La
dinastía borbónica siguió con la costumbre de visitar Cariñena, y así lo
hicieron Carlos III, Carlos IV y Fernando VII.
En
el año 1909, Alfonso XIII nombra a Cariñena ciudad, por su importancia
histórica y adhesión a las instituciones.
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